Piña va Piña viene, los obispos se entretienen...

Como parte de la Iglesia responsable y comprometida sería imposible no mencionar lo sucedido este fin de semana en la provincia de Misiones. Se trata de un suceso de capital importancia para la actualidad política del país que involucra a políticos, obispos, punteros, la autoridad máxima de la Iglesia y hasta al mismo Papa...

El antes:
El gobernador de Misiones, Carlos Rovira, quería reformar la constitución provincial para que lo habilitará a ser re-electo en forma indefinida por la eternidad de los tiempos. Esto indignó al entonces Obispo de Puerto Iguazú, Joaquín Piña, que al grito de "El único que puede estar de forma permanente en el poder es el Papa" se puso al frente de la oposición. A partir de ese momento comenzó un fuerte cruce entre el oficialismo y la oposición que, a medida que se acercaban las elecciones de los constituyentes, fue ganando en dureza.

Según Rovira, el Frente Unidos por la Dignidad (FUD), que lidera el obispo emérito, "Carece de propuestas serias y planteó una oposición vacía, hueca, llena de odio y resentimiento". Y ahí nomás, los acuso de plagio.

Por su parte, la oposición al gobernador denunció intentos de fraude, al hallar documentos de identidad sin foto en manos de punteros del rovirismo. Rovira respondió: "Uds multiplican panes y es milagro, yo multiplico DNIs y es fraude...". Y acusó a sus opositores de "apelar a grandes mentiras". "Jesus no resucitó..." denunció el Gobernador.

El incendio de una iglesia calentó aún más el ya de por sí caldeado clima misionero. Luego de que la policía comprobase que se trató de un incendio intencional, la oposición salió a acusar al gobierno provincial y el oficialismo le retrucó: "No me miren a mi! habrá sido el fuego del Espiritu Santo o se les habrá prendido muy fuerte el cirio pascual, yo siempre denuncie que esos cirios eran inseguros..." (Aprovechando el comentario, Chabán aportaría fotos y videos que muestran al Espíritu Santo prendiendo la bengala que originó la tragedia de Cromañón, pero se estima que la jueza no las aceptaría.)

El Durante:
Ayer hubo en Posadas 39º y 43º de sensación térmica y la gente salió a votar igual . "Dios quería que la gente se quedara en su casa, con el aire acondicionado que les regalamos. Pero el diablo metió la cola y así nos fue." Conjeturó Rovira

La espera de los resultados registró las clásicas contradicciones. La oposición, más recatada, dijo "Tenemos contabilizados a nuestro favor el voto de de 5000 hombres, sin contar el de las mujeres y los niños". Mientras que el oficialismo sólo parecía contabilizar los votos de una emblemática mesa de Necochea, que siempre parece dar ganador a quien la cuenta...

El Después:
Cuando ya se supo el resultado y el oficialismo reconció su derrota, Monseñor Piña hizo las declaraciones públicas pertinentes.Comentó que su tarea estaba cumplida, que a él no le interesa la política sino que se respete a la gente y que se bajaba de toda candidatura política futura. "Estoy a pasitos de ser papable... y no quiero tener mala imagen", terminó diciendo.
Además, haciendo un balance de todo el proceso agregó: "El presidente (Kirchner) se equivocó" La respuesta se hizo esperar un poco "Yo no me equivoqué, fueron ushtedesh losh que no me shupieron entender.. A eshosh que dishen que yo me equivoco, lesh quiero deshir que YO NO ME EQUIVOCO, que shon ellosh losh que she equivocan, como she equivocaron hashe 30 añosh durante la dictadura..." dicen que habría dicho el presidente (al cierre de esta edición, todavía sigue su discurso defendiendo su postura)

"Que no digan que la Iglesia no debe meterse en política porque los pastores tienen que acompañar al pueblo, defender sus derechos, no se trata de política, es buscar el bien común", dijo Piña mientras se probaba una banda presidencial. Desde la oposición nacional, también dejaron ver su conformidad con el resultado: "Ser obispo y ganar en el distrito de Apóstoles, ¡eso es PRO!", habría dicho Macri.

Por su parte, el oficialismo opinó sobre todo el proceso electoral; destacó que es "evidente que se trató de una campaña que se generalizó no sólo en contra del gobernador Rovira, sino también en contra del presidente Kirchner". "Yo no me metí con Benedicto, ¿por qué se meten con mi presi?", fue lo último que dijó Rovira.