Una limosnita por el amor de Benito

En su mensaje para la cuaresma que estamos iniciando, Benito nos llama a reflexionar sobre la limosna.

Como nuestra vida agitada tal vez no nos permita tomarnos el tiempo de leer cuatro carillas, NonSancto ofrece el resumen de las ideas principales (Si van a esta página podrán encontrar el mensaje en un video de 2 minutos).

"...deseo detenerme a reflexionar sobre la práctica de la limosna, que representa (...) un ejercicio ascético para liberarse del apego a los bienes terrenales. Cuán fuerte es la seducción de las riquezas materiales y cuán tajante tiene que ser nuestra decisión de no idolatrarlas". Al no poder servir a Dios y al dinero, hagamos como Jesús: sirvamos e idolatremos a nosotros mismos.

"Según las enseñanzas evangélicas, no somos propietarios de los bienes que poseemos, sino administradores: (...) Como recuerda el Catecismo de la Iglesia Católica, los bienes materiales tienen un valor social, según el principio de su destino universal (cf nº 2404)." ¡Zurdito!

"La llamada a compartir los bienes resuena con mayor elocuencia en los países en los que la mayoría de la población es cristiana, puesto que su responsabilidad frente a la multitud que sufre en la indigencia y en el abandono es aún más grave. Socorrer a los necesitados es un deber de justicia aun antes que un acto de caridad." ¡Sonamos! Ahora va a saltar (otra vez) algún gobierno acusando a la Iglesia de meterse en cuestiones del Estado y de incitar a la rebelión social contra el status quo reinante.

"El Evangelio indica una característica típica de la limosna cristiana: tiene que ser en secreto." En algunos casos esto se cumple tan bien que ni los mismos beneficiados se enteran que recibieron algo.

"Invitándoos a considerar la limosna con una mirada más profunda, que trascienda la dimensión puramente material, la Escritura nos enseña que hay mayor felicidad en dar que en recibir (Hch 20,35)." Link para ilustrar esto

"...es significativo el episodio evangélico de la viuda que, en su miseria, echa en el tesoro del templo "todo lo que tenía para vivir" (Mc 12,44)." Este ejemplo tiene hoy en día mucha más fuerza: con la escasez de monedas que hay, haber dejado dos en el templo ¡es todo un sacrificio!

Así que ya saben:
¡A hacer limpieza de roperos y baúles
que estamos en Cuaresma!
(esto sólo lo entenderán quienes
hayan trabajado un tiempito en Cáritas)