La homosexualidad tiene cura

Según Clarín

La Iglesia de Brasil acepta a sacerdotes gays, si son célibes

Nos parece perfecto. Ya en su momento habíamos criticado que cerraran los seminarios a los candidatos cuyo perfil psicológico indicara una orientación homosexual. Así que esto nos parece una forma de corregir el error.

Pero como toda corrección de una previa discriminación, no solo se debería enmendar el error si no también exagerar detalles para marcar la nueva aceptación.
Detalles como incorporar el rosa para fiesta de mártires que hayan muerto clavados (lo que incluiría al mismo Jesús); una reforma edilicia en los seminarios para que los baños sean compartidos tipo vestuario y convertir la procesión de Corpus en una marcha del Orgullo Gay (que terminaría con la tradicional bendición con el Santísimo, por supuesto).

Y además, en esto de aceptar curas gay, hay una ventaja que, considerando los tiempos que corren, no debería subestimarse: seguro se evitaría el futuro escándalo de que aparezcan hijos cuando alguno de ellos llegue a presidente.