"¿Por qué querés ser sacerdote?"
ni se te ocurra contestarle algo como:
- Porque de sotana me veo DI-VI-NO
- Siempre quise soplar el cirio
- Recibí tanto de monaguillo que ahora quiero darle lo mismo a las nuevas generaciones
- Porque los colores de los tiempos litúrgicos hacen resaltar mis ojos
- ¿Me repetís la pregunta, ricura?
Porque el Vaticano anunció, a fines del mes pasado, que recurriría a psicólogos expertos para detectar tendencias homosexuales en los candidatos para el ingreso a los seminarios y, de esta manera, negarles el ingreso a aquellas personas que las tuvieran.
Según el documento, "el auxilio de la psicología debe integrarse en el cuadro de la formación global del candidato, de tal manera que no obstaculice, sino que se asegure, en modo particular, la salvaguardia del valor irrenunciable del acompañamiento espiritual”. Por ello, “los psicólogos no pueden formar parte del equipo de formadores”. Parece que incluso en esto de marginar y discrimar, la Iglesia sigue siendo clericalista...
Nosotros creíamos que el acompañamiento psicológico ya formaba parte del proceso formativo de los seminaristas... Lástima que nadie del Área Nuevas Generaciones lee este blog, sobre todo alguien del equipo de Vocaciones, así nos podían evacuar las dudas...
Esta decisión vaticana, además de la polémica, trae también un pequeño inconveniente a nuestra diócesis y su objetivo de 10 seminaristas para el 2010: como todos sabemos 1 de cada 10 varones argentinos es gay, por lo tanto, uno de esos 10 seminaristas será gay y por eso no será aceptado en el seminiario impidiendo así que se cumpla el deseo de nuestro padre obispo. Una verdadera lástima.
Sería interesante que esta medida fuera retroactiva, es decir, se aplicara a los sacerdotes ya ordenados, para ir detectando en ellos no a los homosexuales que, como dice un excelente artículo, "si los curas deben practicar el celibato, ¿qué importancia tiene su orientación sexual?", sino aquellos con otro tipo de problemas que realmente afecten su ministerio. Pero claro... si se hace eso corremos el riesgo de cerrar la Iglesia por falta de personal idóneo...
2 bendiciones:
¿Y qué hacemos con los curas heterosexuales que manosean nenas chiquitas? ¿Serían pedófilos o pedófilos normales? ¿Y la cantidad de curas homosexuales que hay y que son muchísimo más ejemplares y excelentes pastores que los heterosexuales? ¿Los obispos homosexuales entran?
Y si Dios es el que llama, y hay un obispo (por decir uno), cura o diácono homosexual, el cual fue elegido y profesó válidamente, ¿será que Dios no sabía que eran así y los llamó de puro tonto que es? ¿O será que como el hetero que tiene minas grandes o chicas, está siendo llamado a la virtud?
Y la última pregunta: ¿Y el resto de los pecados? Porque una tendencia no es pecado.
Quién nos manda preguntar, bah.
Los Sres. Especie preguntaron (entre otras cosas): ¿Y el resto de los pecados?
Nosotros nos animamos a preguntar: ¿Y el resto de los sacramentos?
Ya que está la Iglesia podría hacer un perfil psicológico a los catecúmenos... ¿para qué bautizar, confirmar o darle la comunión a alguien a quien después se le va a negar toda participación en la vida de Iglesia (y hasta del plan salvífico de Dios) por su orientación sexual?
Siempre dijimos que si la vamos a hacer, hagamosla bien.
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