
Nos enteramos por el L'Osservatore Romano que hay una campaña de odio hacia el Sumo Pontífice.Al parecer, desde que el Papa levantó la excomunión a los obispos lefebvristas, todos, absolutamente todos, le dicen de todo menos bonito (aunque eso se justifica con un mínimo sentido de estética).Hay que reconocer, sin embargo, que nuestro Papa no pierde...