¡Cuántas preguntas se nos imponen en este lugar! siempre surge de nuevo la pregunta: ¿Dónde estaba Dios en esos días? ¿por qué permaneció callado? ¿cómo pudo tolerar este exceso de destrucción, este triunfo del mal? [...] Debemos seguir elevando, con humildad pero con perseverancia, ese grito a Dios: 'levántate. No te olvides de tu criatura el hombre'.
Benedicto XVI
en su visita al campo de concentración de Auschwitz
(28 de mayo de 2006).
en su visita al campo de concentración de Auschwitz
(28 de mayo de 2006).
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